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Tumor Cerebral

Consecuencias del Tumor Cerebral

Emocionales y Conductuales

Tener un tumor cerebral es un evento traumático en la vida de las personas, por lo que puede tener un impacto en la emocionalidad y conducta de quien lo padece. Los problemas emocionales y conductuales pueden ser consecuencia directa del tumor, cuando el crecimiento del tumor presiona y daña una parte del cerebro que regula el estado de ánimo y/o la conducta. También pueden ser una consecuencia indirecta, es decir, una reacción al diagnóstico, pronóstico o proceso de adaptarse a las secuelas o dificultades generadas por el tumor. {Play}
Cambios conductuales y de personalidad . El cerebro es la base de nuestra personalidad. En consecuencia, no es extraño que un tumor cerebral, o su tratamiento, causen cambios en el comportamiento de una persona. Los cambios conductuales más comunes son:
  • Irritabilidad
  • Disminución de la iniciativa (Apatía)
  • Depresión y/o aplanamiento emocional
  • Desinhibición y/o no consideración de “reglas” sociales
  • Ansiedad
  • Cambios bruscos de humor (labilidad emocional)

Los tumores de gran tamaño pueden generar mayores cambios en la personalidad. No obstante, inclusive los tumores de menor tamaño que afectan estructuras “claves” del cerebro (lóbulos frontales) pueden tener un efecto significativo en el control de las emociones y conducta social. Los tumores hipofisarios también pueden producir cambios de personalidad al generar que la glándula pituitaria produzca hormonas en exceso o altere su producción, afectando las emociones y el deseo sexual.

Otra de las razones por las que se puede producir una alteración en la conducta y personalidad es la acumulación anormal de líquido en el cerebro (edema cerebral) provocado por el tumor o su tratamiento. Los tumores cerebrales de grado 1 y 2 suelen causar menor aumento de líquido que los de grado 3 y 4 debido a la velocidad de su crecimiento. Cuando el edema cerebral se produce por el tratamiento, los cambios de personalidad suelen disminuir con el tiempo.

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Cambios indirectos: depresión. Los síntomas depresivos son una reacción común al diagnóstico, pronóstico o proceso de adaptarse a las secuelas o dificultades generadas por el tumor. Ante todo, es importante tener presente que es normal sentirse abrumado, angustiado o ansioso al vivir una situación así. No obstante, cuando estos síntomas o molestias persisten e interfieren en las actividades de la vida diaria, es importante consultar a un especialista (psiquiatra y/o neuropsicólogo clínico). Existen una serie síntomas que podrían sugerir que la persona está cursando un cuadro depresivo:
  • Irritabilidad o mal humor durante la mayor parte del día y durante más de dos semanas.
  • Sentirse apático o muy emocional.
  • Fatiga, falta de energía o cansancio.
  • Cambios de peso y apetito.
  • Alteraciones en el ciclo sueño vigilia.
  • Perder el interés por actividades que antes disfrutaba.
  • Pensamientos negativos constantes.
  • Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
  • Pensamientos sobre no querer vivir más.
¿Qué puedo hacer para afrontar el ánimo bajo o a una depresión leve? Lo más importante es acudir a un especialista (psiquiatra o neuropsicólogo clínico) que ofrezca una evaluación y tratamiento adecuado. También hay estrategias de autoayuda que pueden ser útiles:
  • Unirse a una red de apoyo virtual o presencial.
  • Realizar actividades que le gusten al inicio del día.
  • Planificar momentos de descanso que sean cortos pero eficientes para mantener un nivel de energía óptimo.
  • Mantenerse activo dentro de lo posible.
  • Organizar actividades y priorizarlas.

Es importante recalcar que tener depresión no es motivo para avergonzarse o un signo de debilidad. De hecho, si se aborda adecuadamente, puede ser tratada. Si quiere saber más, puede revisar la sección de Ansiedad y Depresión.

La depresión y el bajo ánimo no solo pueden afectar a personas que tienen o han tenido un tumor cerebral, sino que también a sus familiares y red de apoyo (principalmente cuidadores). Esto se debe principalmente al desgaste de las labores de cuidado y falta de tiempo para actividades propias. Es importante prestar atención a la salud mental de cuidadores y familiares, ya que esto tiene un impacto en el bienestar de la persona que ha sufrido un tumor. En algunos casos es recomendable consultar con un especialista y tener a alguien con quien conversar respecto a los cambios vitales que han significado cuidar a alguien con un tumor. También puede ser útil conocer a otras personas que estén viviendo circunstancias parecidas, de forma de construir una red de apoyo.

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Referencias

The Brain Tumour Charity. (2022). Depression and brain tumours. United Kingdom

Headway: The brain injury association. (2019). Factsheet: Mental health and brain injury. United Kingdom.

The Brain Tumour Charity. (2022). Personality changes. United Kingdom

The Brain Tumour Charity. (2022). Fatigue. United Kingdom

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Sección NeuroRehabilitación

Rehabilitación Socioemocional

Una lesión cerebral puede afectar capacidades centrales en la vida emocional y social de las personas. La Rehabilitación Socioemocional tiene como principal objetivo abordar estas consecuencias psicológicas, emocionales e interpersonales, y facilitar la comprensión y aceptación de estos cambios.

Sección NeuroRehabilitación

Rehabilitación Neuroconductual

Dificultades en la regulación emocional, el control de impulsos y en la motivación, son algunos de los problemas neuroconductuales comunes luego de una lesión cerebral. La Rehabilitación Neuroconductual tiene como objetivo abordar estas dificultades, en pro de la autonomía y conducta social.