Serebros

El Cerebro

El cerebro es un órgano complejo que se encuentra dentro del cráneo. Está compuesto de miles de células nerviosas que se comunican a través de la actividad eléctrica y química. Por medio de estas conexiones, nuestro cerebro controla todo lo que sucede en nuestro cuerpo, desde las funciones vitales más básicas hasta nuestra capacidad para movernos, hablar, recordar información, tomar decisiones y sentir emociones.

El cerebro es extremadamente delicado y sensible. Está sumergido en un líquido llamado líquido cefalorraquídeo (LCR) que lo protege y nutre. Este líquido circula alrededor del cerebro, a través de una serie de cavidades internas llamadas ventrículos.

Anatomía del cerebro.

El cerebro está compuesto por diferentes estructuras. Si lo observamos desde fuera, veremos la corteza cerebral, el cerebelo y también parte del tronco encefálico. Si miramos el interior del cerebro encontraremos otras estructuras comúnmente conocidas como subcorticales (debajo de la corteza), como el tálamo, el hipotálamo, el hipocampo, la amígdala y los ventrículos cerebrales. {Play}
Vista externa del cerebro. El cerebro posee un surco profundo que lo divide en dos mitades o hemisferios cerebrales izquierdo y derecho. Ambos hemisferios se encuentran conectados por una banda de fibras nerviosas (haz de axones) llamada cuerpo calloso.

Si bien distintas áreas de estos hemisferios tienden a especializarse en distintas funciones, ambos hemisferios son igualmente importantes y comparten constantemente información entre ellos. En general, el hemisferio derecho controla la musculatura del lado izquierdo del cuerpo mientras que el hemisferio izquierdo la del lado derecho.

Cada hemisferio está dividido en cuatro áreas o lóbulos conectados entre sí: frontales, temporales, parietales y occipitales.
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Vista Externa del Cerebro
Lóbulos Frontales. Los lóbulos frontales se encuentran en la parte delantera del cerebro, justo debajo de nuestra frente. Los lóbulos frontales están densamente conectados con todas las áreas posteriores y subcorticales del cerebro, orquestando su actividad. Así, los lóbulos frontales participan de la regulación de funciones motoras, sensoriales, cognitivas, conductuales y socioemocionales. Estos son especialmente importantes en la planificación, ejecución y regulación de la conducta (funciones ejecutivas), particularmente frente a situaciones nuevas donde no hay planes automatizados. Su gran rol es facilitar la satisfacción de nuestras necesidades básicas y sociales en un ambiente constantemente cambiante. Una lesión en esta área puede ocasionar déficits en las funciones ejecutivas así como cambios en la personalidad y regulación de la conducta. {Play}
Lóbulos Parietales. Los lóbulos parietales están situados detrás de los lóbulos frontales, delante de los lóbulos occipitales y por encima de los lóbulos temporales, en la parte superior trasera de nuestro cerebro. Estos procesan información relativa a la la conciencia corporal, orientación espacial, relación del cuerpo en el espacio e integración de información sensorial (El tacto, la presión, la temperatura y el dolor). Lesiones en el lóbulo parietal derecho pueden causar dificultades para atender a estímulos presentados contralateralmente (heminegligencia), así como también dificultad en la integración de formas y reconocimiento de objetos (agnosia aperceptiva). Por otro lado, lesiones en el lóbulo parietal izquierdo pueden generar apraxia, agrafia, alexia, acalculia, así como también producir dificultades comprensivas del lenguaje. {Play}
Lóbulos Temporales. Los lóbulos temporales están ubicados a los lados del cerebro, cerca de nuestros oídos. Están relacionados con la percepción auditiva, procesos de memoria y aspectos del lenguaje. Lesiones en el lóbulo temporal derecho podrían causar dificultades en la percepción y reconocimiento facial (prosopagnosia), dificultades para recordar caras, así como también dificultades en la memorización de información visual. Por otro lado, lesiones en el lóbulo temporal izquierdo puede causar problemas para almacenar y recordar información verbal, dificultades en nominación y problemas comprensivos del lenguaje. {Play}
Lóbulos Occipitales. Los lóbulos occipitales están situados en la parte posterior de nuestro cerebro. Se asocian con el procesamiento visual (reconocer objetos, formas y colores), el movimiento ocular, la atención visual, el análisis espacial y la percepción visual del lenguaje corporal (posturas, expresiones y gestos). Una lesión en esta área puede causar problemas en el campo visual, para ver o percibir el tamaño y la forma de los colores. {Play}
Cerebelo. El cerebelo se encuentra en la parte posterior y debajo de los principales hemisferios del cerebro. Controla el equilibrio y la coordinación muscular, por lo que cuando se daña puede comprometer el balance, movimiento y la coordinación motora. El cerebelo también tiene un rol importante en diversas capacidades cognitivas (por ejemplo, las funciones ejecutivas) así como la regulación motora y temporal de las respuestas emocionales. {Play}
Tronco Cerebral. El tronco cerebral conecta el cerebro con la médula espinal. Está formado por el mesencéfalo, el puente (o protuberancia anular) y la médula oblongata (o también conocido como bulbo raquídeo). Estas estructuras son responsables de la regulación de funciones vitales como la respiración, presión arterial, deglución, temperatura, digestión y ciclo de sueño-vigilia. Por otro lado, en el tronco cerebral se encuentran pequeños grupos de neuronas que procesan información respecto a estados corporales afectivos placenteros y displacenteros, fundamentales para nuestra vida emocional. Cuando las estructuras del tronco se dañan, pueden ocurrir consecuencias muy graves, que van desde la muerte, a la pérdida de conciencia y contacto con el ambiente. {Play}

Estructuras Subcorticales del Cerebro.
Vista Interna del Cerebro
Tálamo. El tálamo se encuentra por encima del hipotálamo y su principal función es transmitir e integrar información desde los sistemas sensoriales a la corteza cerebral. Debido a esta estrecha conexión del tálamo con la corteza, cuando este se lesiona es posible observar déficits similares a los encontrados tras daños en los lóbulos cerebrales. {Play}
Hipotálamo. El hipotálamo es una estructura muy pequeña que se ubica en el centro del sistema límbico por debajo del tálamo. Juega un rol fundamental en procesar información del estado del cuerpo, monitoreando y regulando su delicado balance. Principalmente a través de la producción de hormonas controla la temperatura corporal, sed y apetito. Tiene también una participación importante en el comportamiento y la expresión de emociones. {Play}
Hipocampo. El hipocampo es una estructura que se encuentra en la parte interna de los lóbulos temporales. Su principal función es la formación de nuevas memorias. Cuando este se daña, las personas no logran grabar nuevos recuerdos. El hipocampo y la amígdala (ver abajo) trabajan en conjunto de forma de poder generar recuerdos de eventos importantes para la supervivencia. {Play}
Amígdala. La amígdala es una estructura que se ubica en la parte interna del lóbulo temporal, junto al hipocampo. Tiene un rol fundamental en la respuesta emocional humana, especialmente en relación a la experiencia, expresión y comprensión del miedo. En los raros casos donde esta se daña, las personas tienen dificultades en experimentar miedo, leerlo en otros y utilizarlo para tomar decisiones ventajosas. {Play}
Ventrículos Cerebrales. Los ventrículos cerebrales son cuatro cavidades al interior del cerebro donde se produce y circula líquido cefalorraquídeo: dos ventrículos laterales, el tercer y cuarto ventrículo. El líquido cefalorraquídeo protege y amortigua el cerebro y la médula espinal. El líquido cefalorraquídeo también ayuda a mantener el cerebro sano y funcionando correctamente. {Play}

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